Niebla (Huelva)   5 de Sept de 2006
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    Mozo cogido, volteado y empitonado en pierna izquierda.

    Como de costumbre lo traen al quirófano móbil entre carreras, miedo y nervios.

    Mucho miedo. Se comprende; se encuentran entre manos con un amigo herido y sangrando. El herido siempre llega en volandas.

    Apariencia a su llegada.

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    Una característica absoluta de las heridas por asta de toro es que la piel de la zona afectada desaparece. Nunca hemos encontrado restos de piel en el interior de una cornada.

    Probablemente se adapta al cuerno, se cauteriza y se queda rechazada y arrugada en los bordes violáceos y quemados? de la herida.

    En efecto hay una cornada que atraviesa todo el miembro formando incluso un bulto muy claramente visible en el reversode la misma.

    Este es otro detalle que siempre tendremos que buscar. El polo opuesto del punto de la cornada. a veces nos indica de entrada el alcance de la penetración. Otras veces nos puede dar la sorpresa de econtrarnos una segunda herida que no habíamos visto de comienzo por la prisa que siempre generan estas urgencias.

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    Estirpación de los bordes restantes de la cornada, que también nos sirve para ampliar la zona y buscar las trayectorias.
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    Trayectoria ascendente.

    Esta herida por asta de toro tuvo una trayectoria hacia arriba de unos 12-14 cm. y una trayectoria hacia la parte posterior de la pierna que incluia todos los planos por encima y por debajo de la tibia.

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    La cornada se trata como de costumbre.

    Friederich y ampliación

    Búsqueda de trayectorias

    Lavado de herida desbridamiento y extirpación de esfacelos y hematomas (y cuerpos extraños si los hay)

    Colocación de drenaje por contra abertura

    Cierre por planos

    Inmovilización con vendajes

    Traslado de asistido a Htal. Juan Ramón Jiménez para seguimieto oportuno en ambulancia bajo cuidado profesional

    Drs. Morales Maruri, Arenas Alcalá y González Donaire

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