Espartinas 18 de Julio de 2007

    Cuando toreaba de muleta su primer toro sufre un traumatismo con los cuartos traseros del animal, que se manifiesta enseguida por un rictus de dolor en la cara del matador.

    Intenta continuar la lidia después de un corto descanso  pero no puede con el brezo derecho.

    Abrevia y se cuadra reglamentariamente ente el toro; pero de pronto gira sobre sus pasos y se sitúa en el lado contrario para matar el toro con la izquierda.

    Nunca lo habíamos visto. Pero era evidente que con el brazo derecho no habría podido hacerlo por el arco de movimiento tan grande que habría tenido que forzar y  además por la gran fuerza que se emplea en esta suerte.

    Pasa a la enfermería de la Plaza de toros de Espartinas y le atendemos de una luxación acromio clavicular consecutiva a la lesión de hace pocos días en Pamplona.

    Se aprecia en las imágenes lo que llamamos el signo del escalón  en su hombro derecho (y que es un verdadero escalón en el perfil del hombro) y por detrás, la protrusión del extremo clavicular por debajo de la piel.

    Se inmoviliza en la enfermería y se refiere a centro hospitalario para estudio posterior y seguimiento.

    El pronóstico es sombrío por que precisará de intervención quirúrgica que rompería la temporada del diestro y que lo convierte en Grave por la duración del descanso y recuperación.

    Ahora mismo debe mantenerse alejado de los ruedos al menos un mes para dar a esa capsula articular la posibilidad de desinflamarse y recuperar sitio y estabilidad. En su defecto su traumatólogo le propondrá alguna alternativa ortopédica para no perder demasiados festejos.

    Drs. José Ma. Aparicio, R. Morales, J. Vázquez